- En un conversatorio, la firma de servicios legales Baker McKenzie analizó los usos del metaverso en Colombia y las formas en que la Propiedad Intelectual interviene.
- Hay una aplicación amplia del metaverso en diferentes industrias y es el momento para que las marcas aprovechen estos espacios y se protejan para incursionar o de posibles infracciones de terceros.
Bogotá D.C., noviembre de 2022. El metaverso es un concepto que, si bien fue creado desde 1992 por el escritor Neal Stephenson en la novela Snow Crash, se popularizó el año pasado con el anuncio del cambio de nombre de Meta, antes Facebook, y la apuesta de la compañía por desarrollar tecnologías para la realización de este nuevo universo. Más allá de los desarrollos de estos grandes, lo cierto es que el internet y las tecnologías avanzadas que lo acompañan hoy en día van más allá de un concepto de metaverso o mundos virtuales como los hemos venido conociendo. Hoy en día buscamos enfocarnos en experiencias o desarrollos digitales avanzados para integrar todos los conceptos que envuelve la Web3.0 y su propósito inmersivo. Para Pedro Londoño, Asociado junior del área de práctica Propiedad Intelectual de Baker McKenzie, “como el internet en su momento, las experiencias metaversales han llegado para quedarse y ser usadas en todas las industrias, desde el entretenimiento hasta la banca, como una extensión del mundo real que busca experiencias más sensoriales e inmersivas al usuario”.
Entre estas experiencias digitales avanzadas, encontramos los coleccionables digitales o NFT que encuentran múltiples usos tanto en la industria del entretenimiento y del arte como en otros espacios corporativos tradicionales. Es así como hoy en día vemos que estos token son usados como mecanismos de autenticidad y de trazabilidad de producto. Al ser tokens no fungibles, es decir no intercambiables, los NFT generan escasez pues no es posible tener dos iguales. Según Julián Ruiz, asociado medio del área de práctica de Propiedad Intelectual de Baker McKenzie, “al estar bajo la tecnología de blockchain los NFT sirven como un certificado de autenticidad gracias a que al pertenecer a una cadena inmodificable, cada información adicional constituye una cadena nueva que se suma a lo que ya está pero que nunca desaparece”.
Además, los NFT tienen un número de identificación único y están vinculados a un smart contract que tiene como objetivo asignar la propiedad del mismo, “los smart contract cuentan con los términos del contrato digitalizados en códigos binarios para que se ejecuten de forma automática: si por ejemplo se pacta una regalía del 10% por cada reventa del NFT, no es necesario que haya una persona haciendo ese pago sino que el sistema lo genera directamente a la billetera digital” asegura Ruiz.
La tecnología ha llegado para aplicarse en todas las industrias, independientemente de los servicios que presten o productos que comercialicen. Por ejemplo, en Colombia en 2021, salió el primer contrato minero del mundo acuñado como NFT a través de la Agencia Nacional de Minería. En el 2022 como conmemoración de los 100 años de Colombiana, la marca se asoció con el emprendimiento de gafas Sajú y sacaron una colección de 30 gafas hechas con las tapas recicladas de sus botellas, las cuales fueron certificadas con NFT. Asimismo, Astronea es una colección de NFT que da beneficios de suscripción para la discoteca 1060 en Medellín y finalmente la Federación Colombiana de Natación y Leverade se unieron para dar premios y trofeos digitales a deportistas y clubes.
Hay una aplicación amplia en diferentes industrias y es el momento para que las marcas aprovechen estos espacios. En este sentido, es importante entender cómo se pueden empezar a proteger de cara a estas nuevas tecnologías. Lo primero, es asegurarse de hacer las actualizaciones correspondientes al registro de las marcas ante las autoridades competentes de cada país. La Clasificación de Niza -clasificación de los productos y servicios para el registro de marcas de fábrica o de comercio y de servicios- ya incluyó en sus descripciones los NFT.
Para Yuliana Salamanca, Asociada senior del área de práctica Propiedad Intelectual de Baker McKenzie, “es muy importante para los titulares de marca registrar sus marcas bien sea para incursionar con productos y servicios relacionados con espacios digitales avanzados y tecnologías disruptivas, o por el contrario para protegerse frente a posibles copias y poder defender su propiedad intelectual en caso de que ocurra”.
